Liderar (sembrar equipo)
A un mal líder se le desprecia.
A uno regular se le obedece.
Uno bueno pasa desapercibido.
Los que trabajan para un buen líder dirán,
cuando el trabajo esté hecho,
el objetivo cumplido: lo hicimos nosotros.
LAO-TZU
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La eficacia en los proyectos es un resultado colectivo. En el ámbito de la gestión de proyectos, el hábito de practicar la sinergia lo podríamos traducir como “liderar al equipo”. En el proyecto, el Director del Proyecto debe conseguir que las personas asignadas trabajen juntas para conseguir que hagan voluntariamente lo que él quiere, esto es, que se cumplan los objetivos del proyecto. Que le nominen como Director de Proyectos no es suficiente.
Un Director de Proyectos puede decir que lidera, pero si la gente de su equipo no le sigue, si no hacen de buena gana lo que les pide, voluntariamente, entonces no es un líder. ¿Por qué la gente obedece al líder? No porque sea el jefe, sea más listo o porque siempre tenga razón. La gente sigue al líder porque le quieren.
Como Directores de Proyectos, no podemos determinar que un equipo se forme a fuerza de voluntad. No es como poner ladrillos y finalmente “construimos” algo. Solo podemos “esperar” que un equipo se forme. Podemos cruzar los dedos, minimizar las probabilidades en contra, pero no se puede provocar que un equipo se forme. El proceso es tan frágil que no puede ser controlado. Mejor que la expresión team building deberíamos usar team growing. En español, en vez de “formar al equipo” deberíamos decir “hacer crecer al equipo”. Yo siempre digo “sembrar equipo”, así me recuerda más la ley de la cosecha.
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