El desarrollo de software es una actividad muy diferente a la producción. Sin embargo, los Directores de Proyectos de software a menudo aplican una filosofía de gestión derivada completamente de los entornos de producción de la era industrial.
Imagine por un momento que usted es el gerente de una franquicia local de comida rápida. Para usted, tendría mucho sentido tomar cualquiera de las siguientes medidas para aumentar la eficacia en la producción:
- Reducción de la tasa de error: Hacer que la máquina (humana) funcione tan suave como sea posible.
- Dirección autoritaria (presionar, castigar, más horas).
- Tratar a los trabajadores como piezas intercambiables de una máquina.
- Ritmo de producción constante: No pensar en lo que supone la transición operativa para ganar velocidad o el tiempo que supondrá cerrar la operación.
- Estandarizar el proceso: Hacerlo todo según el manual.
- Eliminar la experimentación (para eso pagan a los de servicios centrales).
Estas medidas serían razonables si usted se dedicara al negocio de la comida rápida (o a cualquier otro entorno de producción), pero no es así. Usted es Director de Proyectos. La mentalidad de “hamburguesa cocinada, hamburguesa vendida” puede resultar fatal si se dedica al desarrollo de software, o cualquier otro proyecto relacionado con el “trabajo del conocimiento”. Solo le servirá para quitarle la ilusión a la gente y para alejar su atención de los problemas reales.
Este estilo de gestión es completamente opuesto a la efectividad en el tipo de trabajos que debe desarrollar el “knowledge worker”.