En primer lugar, y tras la inscripción recibimos un curso de formación de 40 horas (el requisito necesario para realizar la solicitud de certificación es una formación presencial de 35 horas). Dado lo extenso de la materia, mi experiencia es que se obtiene una primera “toma de contacto”, y aquí es cuando me di cuenta que la preparación puede llevar fácilmente entre 80 y 100 horas de autoestudio. Aunque puede parecer exagerado a priori, es un baremo realista.
En una primera fase comencé leyendo el material del curso junto con el PMBOK. He de reconocer que la lectura del PMBOK puede resultar muy pesada, ya que es un material de consulta, pero es muy útil para familiarizarse con la terminología propia del PMBOK. Nunca debe olvidarse que el examen exige “pensar” tal y como describe el método, y que esta “interiorización” lleva su tiempo. El proceso de interiorización del método es similar a los procesos de cambio, en los que se distinguen varias fases que describiré a continuación: una primera fase de “frustración”, una segunda de “consolidación”, o estabilización y una última de “perfeccionamiento” o desempeño. En esta primera fase el sentimiento es de “frustración”, ya que me di cuenta que había muchos aspectos de la gestión de proyectos que desconocía, o que simplemente no aplicaba en mis proyectos. En esta fase es importante seguir avanzando con el pensamiento que más adelante cada una de las “piezas” irá encajando con el resto.
En una segunda fase, de toma de consciencia y consolidación, fui avanzando y consiguiendo una mejor comprensión de los conceptos del PMBOK. Es muy importante, para abordar con éxito esta fase definir una buena planificación. Para ello, mi recomendación es planificar los temas a estudiar y sus tests, y luego posteriormente una vez abordadas todas las áreas de conocimiento proceder a realizar exámenes. En el estudio de la materia es muy interesante consultar varios materiales y formas de contarlo, e ir utilizándolos según las necesidades de cada uno, para conseguir una mejor comprensión de los conceptos y la materia. Citaré los que he utilizado:
- El Director de proyectos a Examen®, de José Barato, muy completo a nivel de contenidos y tests, con preguntas similares a las que te vas a encontrar en el examen.
- Como aprobar el PMP sin morir en el intento®, de Pablo Lledó, muy sencillo y resumido, y con un enfoque muy práctico, de gran utilidad en la segunda fase de “consolidación” para obtener una visión global.
- Preparación para el Examen PMP®, de Rita Mulcahy, con un enfoque didáctico y gran cantidad de ejercicios para poner en práctica lo aprendido.
En la planificación, otro aspecto importante que utilicé fue consultar a profesionales PMP y compañeros que acababan de realizar el examen, para definir una estrategia e identificar materiales y herramientas. Me fueron especialmente útiles los consejos y ejemplos de Javier Álvarez, excelente preparador de gestionproyectos.es, y de mis compañeros Eduardo y Marisa, entre otros. Una herramienta sencilla y potente es ir recopilando tus “brechas” de conocimiento – aquellos aspectos más novedosos o de mayor dificultad en el aprendizaje – para consultarlos y repasarlos más adelante.
Durante esta fase de etapa de “consolidación” se pueden dedicar fácilmente unas dos horas al día entre semana, y unas 10 horas los fines de semana. Especialmente importante, si tienes familia es acordar con tu pareja este paréntesis para evitar conflictos más adelante. En mi caso, he de agradecer a mi mujer Pilar el esfuerzo personal que ha realizado estos últimos meses encargándose de mis dos hijos durante los fines de semana.
Otro aspecto muy útil para ir fijando conocimientos e “interiorizar” el método es ponerlos en práctica en tus proyectos. En mi caso desarrollé hasta 7 planes de gestión subsidiarios para uno de mis proyectos. Aquí empiezas a darte cuenta de la utilidad del método, y de su potencia. Para ello, en mi caso solicité ejemplos a colegas o profesionales, que me ayudaron a desarrollarlos.
En la tercera y última fase, de “perfeccionamiento”, en el último mes y medio me dediqué a realizar exámenes de 200 preguntas, mejorando en las calificaciones mediante la identificación de nuevas “brechas” de conocimiento o conceptos que no había interiorizado correctamente. Es muy importante ser sistemáticos en esta etapa, con una planificación detallada y un seguimiento de los resultados, porque muchos compañeros coinciden en que la verdadera dificultad del examen es contestar a las 200 preguntas en las cuatro horas. En mi caso, gracias a este entrenamiento, dispuse de 30 minutos para repasar que me fueron muy útiles, estando mucho más tranquilo y seguro.
Algunos simuladores y fuentes de test y exámenes a tener en cuenta son:
- Pablo Lledó, muy interesante, me hizo reflexionar y entender mejor la “filosofía” del PMBOK
- Daniel Echevarría, ideal para comenzar en la primera y segunda fase a practicar. Te indica el rating obtenido por área de conocimiento por lo que es más fácil identificar en que temas debes profundizar.
- José Barato / Rita, en la tercera fase los test de José me ayudaron a tomar agilidad y confianza de cara al examen. Ambos muy completos y con muchas preguntas.
En la tercera fase, me fue muy útil durante la realización de los test preguntar las dudas sobre aquellos temas que no acababa de entender a mi “orientador”, José Barato. Es aquí cuando te das cuenta que logras el “perfeccionamiento”, porque cada pregunta que haces es una “brecha” de conocimiento o falta de comprensión del método, y su respuesta y entendimiento te ayudarán a superar el examen.
Así mismo, durante la realización de los exámenes es muy importante llevar registro de tus resultados. Llegué a un punto que cuando probé varios simuladores iba obteniendo mejores resultados. No te confíes. Me pasó, y te pasará que harás un examen o un test en el que obtendrás un mal resultado. Este es un “momento de la verdad”, cuando eres consciente de aspectos que “creías” tener dominados, y tienes la oportunidad de re-aprenderlos.
En conclusión, se puede obtener un buen resultado en la certificación de PMP, con una buena planificación, constancia, perseverancia, apoyo familiar y un buen “mentor”, y visualizando tu objetivo –aprobar a la primera– desde el principio.
Hugo Ascacíbar . Gestor del Cambio del Grupo Santander, PMP®
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